Investigando sobre los Crossed [Light Yagami]

Yagami y yo debíamos ir al Laboratorio #11.
Nuestro objetivo era recopilar más información sobre nuestra agrupación.

Pretendíamos encontrar documentos que explicasen cosas que aún desconocíamos sobre los Crossed, esto, primeramente, para informarnos, y en segundo lugar, para que la información no cayera en manos equivocadas, que podrían usarla en contra nuestra.

Era mediodía, la hora perfecta para transitar cerca del Laboratorio. Los infectados estarían cerca del centro de la ciudad entonces, aunque posiblemente habría un puñado de ellos dentro del edificio al que estábamos por entrar.

Cargué de balas mi pistola e instalé el silenciador. Hice una seña a Light para que hiciera lo mismo.

Abrí el pequeño maletín que contenía el 'kit' de cerrajería que había tomado prestado hace unas semanas de una tienda abandonada. Había tenido suficiente tiempo para practicar con las puertas de la Torre de Tokio, mientras nadie estaba cerca. Llegué a establecer una marca de 15 segundos por cerrojo.

Tal como esperaba, el cerrojo se abrió en 15 segundos, luego de hurguetear en él con la ganzúa y otros pequeños artefactos.

Apenas entraron rayos de luz al edificio, pude escuchar el sonido de pies arrastrándose en una de las habitaciones cercanas a la puerta.

-Vamos dentro, Light... Por si no escuchaste lo que yo escuché, te comento que no estaremos solos ahí dentro.-

Puse el dedo sobre el gatillo, sujeté firmemente la pistola, y entré con pasos firmes pero cautelosos.

-Sígueme, con cuidado- murmuré.

Intrusos que llegaron de la luz, intrusos que se adentraron en lo desconocido, seres que aun no conocían el verdadero dolor ni el verdadero miedo. Extraños sonidos se abrían paso en el interior del recinto, en el sector 3 algo había despertado, la joven infectada abrió los ojos dentro de un gran cumulo de un liquido del que ella desconocía su procedencia, se hallaba encerrada en el interior de una capsula, la chica comenzó a tener un ataque claustrofóbico que provoco que de repente 7 especie de raíces picudas saliesen de la capsula rompiéndola en mil pedazo haciendo un estruendo que se escucho por todo el lugar, la joven cayó en el suelo empujada por el liquido que ahora estaba derramado en el suelo.

La chica se encontraba tirada en el suelo completamente desnuda, ayudándose de una especie de consola central que se encontraba justo delante de ella se levanto mientras las raíces desaparecían como por arte de magia, la infectada sintió un grave dolor en su mano, tenia un fragmento de cristal insertado en su hombro, con miedo lo saco tirándolo en el suelo seguido de un gran grito de dolor que resonó por todos los pasillos.

Sin duda alguna todos los zombies ahora habían sido avisados de que existía comida en el lugar por lo que comenzaron a caminar hacia el lugar de procedencia del grito, la joven pudo observar como de su herida emanaban pequeñas raíces y hojas que la tapaban como forma de protección a un futuro desangramiento. Anastacia se vistió con la bata de un cuerpo que se encontraba tirado en la sala, en el lugar habían mas capsulas como la de ella pero decidió dejarlas intactas, la joven comenzó a caminar abriendo la puerta de la sala y saliendo de ella.

Miro un ultima vez a la puerta haciendo que se cerrara de un portazo y que de sus huecos saliesen raíces bloqueando una futura entrada a esta, las raíces comenzaron a coger espacio del pasillo haciéndose mas gruesas hasta que finalmente fuese imposible acercarse a la puerta. Fue entonces cuando la joven vio al primer zombie, acercándose hacia su posición, la única palabra que se desprendió de sus labios seguido de una gran sonrisa fue.

-Hola señor ¿como anda?-

Al parecer, no sería una buena tarde.
Se escuchaban golpes desde dentro de varias oficinas, gemidos de los infectados. El sonido de pies arrastrándose...
Por suerte estas cosas no sabían abrir las puertas cerradas, aunque sería cosa de minutos antes de que, a base de golpes, más de una puerta dejase de retener a esas cosas.

Avanzamos por los pasillos, y no había mucho movimiento, sólo algún infectado errante que pudo ser reducido sin necesidad de usar armas.
Algunos, encontrados por la espalda, sólo pudieron percibir cómo su cuello se retorcía, y escuchar el sonido del mismo, quebrándose.

Nos acercábamos al sector 3 del laboratorio, según indicaba un letrero con grandes letras rojas, a 3 metros del suelo, que coronaba un par de puertas corredizas.

El aparente silencio fue interrumpido por un estruendo como de cristal roto, seguido por sonido de agua fluyendo rápidamente.

Más silencio.

-No sigamos avanzando. Puede ser cualquier cosa...- le dije en voz baja a Yagami.

Un grito femenino volvió a romper el silencio.

No sabíamos de dónde venía el grito. Seguimos avanzando por el sector 3, aún escuchando golpes en algunas puertas.

En un pasillo adyacente en el que nos encontrábamos se vio pasar a un par de infectados hacia el sur.
Quizá ellos detectan de dónde vino el grito, y, si nos dabamos prisa...

Los seguimos de cerca, hasta que al doblar en una esquina, se detuvieron frente a una extraña puerta, y junto a ellos, estaba una niña vestida con una bata ensangrentada.
Ellos sólo la miraban, y ella parecía hablarles, como si fueran personas normales.
-Yagami, apúntale al de la derecha, pero no dispares aún...
Apunté.
-Cuidado, niña!- grité mientras me preparaba a pulsar el gatillo.