Por tu comida favorita, ¡Lo que sea!(Global)

No puedo creer que no haya podido venir antes aquí...Ah cierto, los infectados y las reuniones de la Resistencia, y el laboratorio me tenían hasta el borde. Pero hoy no, hoy es día libre y al fin llegué aquí, después de pasar los escondites, los infectados, un charco de agua sucia, el bosque y la tapa subterránea, ah, y la contraseña del restaurante, hay una para cada persona que va ahí...Admiro a los dueños del lugar. Gente de la resistencia que fundó un lugar en donde gente que lucha contra las amenazas, como yo, pueda comer bien de vez en cuando. Es el único restaurant que funciona en la actual Tokyo y lo mejor, está libre de infectados y blindado contra cualquier cosa.

Es espacioso, llenos de mesas y sillas de estilo barroco-renacentista, da la impresión de ser muy elegante, tiene su vitrina de pedidos y hay sólo dos meseros, no viene mucha gente y por eso la comida es cara, pero es buenísima, y le permiten la entrada a todo aquel que no sea un infectado, quiere decir que los Crossed también usan este lugar de vez en cuando...Espero que tengan pollo con salsa tártara. La otra cosa buena de este lugar es que no se permiten pleitos, por eso pueden atender a crossed y humanos por igual.

Fui a la vitrina e hice mi pedido, me dijeron que esperara en alguna de las mesas y que me llamarían cuando estuviera listo. Miré hacia el conjunto de sillas y mesas, había dos personas al fondo conversando y el resto de las mesas estaban vacías, escogí una al lado de una ventana de un paisaje artificial, era un lugar subterráneo después de todo, aunque el cuadro era vistoso, de colores vivos, y reflejaba a Tokyo en la época en la que florecen los árboles de cerezo, me traía recuerdos.


Estaba embelesada mirando el cuadro, esperando que el mesero dijera mi nombre, "Tsuki", como me conocía cualquiera que no fuera cercano a mí, cuando escuché que la puerta se abría, "Alguien más que yo buscando cosas para su paladar".

-Ah... día de mierda- murmuré mientras entraba en el restaurant.

Me había pasado parte del día asesinando infectados, aún cuando ya llevaba unos meses en las filas de la Resistencia H, no podía acostumbrarme a la sensación que me causaba ver uno de esos morir... habían algunos que eran casi niños, y a esos me costaba mucho insertarles una bala en el cráneo. Moví la cabeza, intentando despejar mi mente de aquellas imágenes. Me acerqué al mostrador, y le hablé al mesero. Pedí lo de siempre, una lasagna de 4 quesos y una porción de papas fritas. El mesero me sonrió, y como todas las veces que hacía mi pedido, me susurró que parecía el pedido de un niño que no quiere comer vegetales. Le sonreí vagamente.

Aún no tengo noticias de Setsuna. Sin importar dónde busque. Inconscientemente, toqué mi omóplato derecho, justo donde tenía mi tatuaje.

Miré a mi alrededor, había muy pocas personas, y, entre ellas, divisé a Akane, quien parecía absolutamente concentrada en un cuadro. Al sentirse observada, me miró, y sólo atiné a sonreírle y mirar hacia el frente.

Mi estómago comenzó a hacer un extraño ruido.

-Maldita sea, ya podrías apurarte con ese pedido...-

Oh...Siempre era bueno encontrarse a alguien de tu mismo grupo y que pelea por tu misma causa, aunque no conocía mucho a aquella chica. La veía poco en las filas de la Resistencia, y solo sabía que buscaba a su hijo, algo muy común entre nosotros. Buscar a nuestros familiares perdidos viviendo con el miedo de nunca encontrarlos o peor haberse convertido en infectados...o en mi caso, crossed. No soportaría que mi padre se volviera un crossed.

Me llevé las manos a la cabeza, revolviéndome el cabello, no era momento para pensar en eso ahora. El mesero me dijo que el pedido ya estaba listo y fui a recogerlo.

Le dediqué una mirada cómplice a aquella chica y le hice señas con la mano para que se sentara conmigo.

- ¿Por qué no vienes? Es más cómodo si esperas en la mesa. - le dije sonriendo

Estaba mirando fijamente al frente, con la mente en blanco, esperando pacientemente mi pedido, cuando escuché una voz femenina a mi lado.

- ¿Por qué no vienes? Es más cómodo si esperas en la mesa. -

Miré a la chica con una sonrisa. En el poco tiempo que llevaba en la Resistencia H., sabía que era una extraordinaria científica, muy competente en todo lo que hacía. Jamás le había hablado, tiendo a ser muy tímida al principio. Además, su presencia me decía que tenía una arrolladora personalidad.

-De acuerdo- el mesero se acercó y me entregó mi pedido. Le sonreí amablemente y seguí a Akane.

-¿Y... cómo has estado?- intenté entablar conversación.

Caminé con la bandeja en la mano mientras me sentaba, ella me siguió y me preguntó como había estado.

- Yo...Pues ahí mas o menos. Ya me desespera estar de aquí para allá matando cosas, fabricando otras y el jefe de la división de ciencias es un altanero de primera clase. También he conocido muchos Crossed a los que nada mas mirar dan ganas de pegarles muy fuerte...Ah, no importa. A veces es bueno mirarlos, son tan tan bien parecidos. Son un desperdicio, jum - Miré la comida un momento- ¿Quieres un poco mientras esperas? - Le dije tomando un pedazo de pollo con el tenedor y acercándolo hacia ella.

- ¿y tu como sigues? ¿Alguna noticia de tu hijo?

-Sí, me habían comentado que el tipo ese no era muy agradable... hehehe- reí ante la forma en la que se había expresado. Me llamó la atención cuando habló de los Crossed, aquellos misteriosos seres de ojos rojos... aún no me había topado con ninguno, por suerte. Aunque, no sé por qué razón, la imagen del chico de cabellos castaños se me vino a la cabeza. Me sonrojé levemente.

-¿Quieres un poco mientras esperas?- me ofreció Akane un trozo de su pollo, acercándolo a mí con el tenedor.

-¡Claro!- me acerqué y comí aquel trozo de carne. Le sonreí agradecida.

- ¿y tu como sigues? ¿Alguna noticia de tu hijo?- le escuché decir. Mi sonrisa disminuyó rápidamente, y bajé los ojos, apenada.

-Aún nada... a cada humano que he encontrado, le pregunto por él... he recibido incluso cartas, detallándome en dónde se encuentra, pero termina siendo información falsa y un hormiguero de infectados... sólo... sólo espero que se encuentre bien...- hacia el final de la frase, mi voz ya se oía como un murmullo.

Justo en ese momento, el mesero me llamó, y partí a buscar mi comida. Tomé mi bandeja, y me acerqué nuevamente a la mesa. Puse mis platos en medio de la mesa, y le sonreí a Akane.

-Sírvete lo que quieras- dije mientras me sentaba. -Hablaste de nuevas armas, hace unos momentos. ¿Cómo van los avances?-

Oh, tuve una expresión seria de preocupación cuando dijo sus últimas palabras sobre su hijo. Debo aprender a ser menos imprudente, realmente. Fue a buscar su pedido y me ofreció un poco, cuando lo vi...

- Uwaaaa Lasaña!!!! - Dije emocionada en voz alta tapándome la boca con las manos al instante, hablando ya en tono normal y con una risita nerviosa - Oh, disculpa, es sólo que mi niña interior gritó, jajaja. Tomaré un poco de esto - Piqué con el tenedor un pedazo pequeño de la lasaña y dos palitos de papas, luego me preguntó por los avances.

- Oh bueno... ¿Ya te dije que el jefe es un altanero? haha, bueno ese no es el caso, el caso es... - Puse expresión seria, pero seguí comiendo de vez en cuando - He estado investigando sobre los crossed y las formas de matarlos, eliminarlos de la faz de la tierra. Encontré documentos de mi padre sobre eso antes de que desapareciera, diciendo que con balas especiales podría funcionar, el problema es que los metales que menciona son bastante extraños y algunos ni siquiera existen en esta época. ¿Te suena el adamantium?

Mmm también quería saber...¿Qué misiones te han asignado últimamente? Tengo curiosidad...
Y...¿Cómo debería llamarte cuando no estás en los cuarteles?

¿Lo has hecho tú?

Vacilé un momento en responder, cuando dijo lo de los comics me trajo recuerdos de mi vida extraña antes de ser de la resistencia, una típica lolita sin preocupaciones del planeta. Menos mal todo cambió.

- Haha, ya quisiera. Eh...Yo no leía cómics antes de que esto pasara, la verdad era una niña común que le gustaba verse bien y lloraba a chorros cuando se me partía una uña, qué estúpida era en ese entonces, haha. No conozco el adamantio en persona, pero sí sus propiedades gracias a apuntes de gente y leyendas. Es algo confuso aún, le quise hablar de esto al jefe pero se hizo el de la vista gorda. Jum.

Oh...Reconocimiento. Los líderes me pusieron en esas cosas en el principio, pero necesitaban gente para fabricar armas y demás, y hay que aprovechar el conocimiento.

Raven, ¿eh? Oh bueno, te llamaré "Raven" en lugares públicos como este donde entra cualquiera, y "Maru" cuando sólo esté contigo. Los códigos son necesarios para confundir al enemigo.

En cuanto a mi, mi código es "Tsuki".
"Akane", sólo cuando o haya moros en la costa...Incluso gente de la resistencia.

Me daba la impresión de que estaba hablando más que ella. Reí a su afirmación de "verse bien", ya no me importaba.

- Mmm, ha ni idea de qué complejos mentales tendrá; y tienes razón, mucha razón.

El conocimiento, eh... Claro, te puedo enseñar lo que sé si quieres.

Aww tu nombre también es lindo.

Yo no he terminado mi plato, he hablado bastante y poco comer.


Ataqué el plato comiendo y disfrutando cada pedacito de la comida, que se estaba poniendo fría, pero no por eso perdía su sabor.

- Ne, ¿Cómo conociste este lugar? - Hablé con algo de comida en la boca, pero lo suficientemente decente como para entenderme

Reí ante su última afirmación. Casi me atraganto la comida.

- Jaja, ¿un crossed mirándote con cara de hambre? Y que luego te diga que no le interesan chiquillas, ¿qué le pasa? Supongo que hombres son hombres, no importa si son humanos o Crossed.

¿Cómo llegué a este lugar? Esa es una historia graciosa. Y me da vergüenza, pero me mata de risa siempre que la recuerdo. Fue en mis primeros días en la Resistencia. Estaba mandada a resguardar esa zona y limpiarla si era necesario, cuando me enredé en una rama y me caí, dándome de bruces con la tapa de metal que está allá arriba. La puerta. Dolió, mucho. Se me hizo extraño e intenté abrirla, pero una voz en el interior me gritó algo como "¡contraseña!" y no supe qué responderle al principio. Con el tiempo me di cuenta que después de todo sí había un restaurante activo y me dio alegría. La comida de los cuarteles es buena, pero bastante repetida.

Al decir esto terminé de comer el plato. Ahora sí que estaba fría, no había hablado tanto en mucho tiempo.

-Sí, sin importar de qué raza sean... hombres son hombres- suspiré, exasperada, pero riendo de todas maneras.

Escuché su historia de cómo había llegado por primera vez al restaurante... gesticulaba de manera graciosa, en especial cuando dijo que se había caído. Me reía, disfrutaba mucho de su compañía, era una persona realmente agradable.

-...la comida de los cuarteles es buena, pero bastante repetida- finalizó.

-Toda la razón- asentí -Llevo 4 semanas diciéndole al cocinero que sirva pastas con salsa blanca... e insiste en hacerlos con salsa de tomate- repliqué -No es una gran diferencia, pero en la variedad está el gusto, -

Vi que Akane había terminado su plato, finalmente. La miré y le sonreí:

-¿Tienes algo que hacer ahora?-

- En la variedad está el gusto, si. Hahahaha. Ya veremos qué hacer con la comida de por allá. Esto estaba delicioso, mucho.

- ¿Tienes algo que hacer ahora?

- No realmente. Hoy no, hoy es mi día "libre" - le dije señalando las comillas con las manos - Por eso aproveché para venir aquí y poder comer decentemente como Dios manda. ¿Y tú? - Hice una pausa y antes de que respondiera recordé mi propuesta de hace unos momentos - Si quieres, puedo empezar a enseñarte cosas, eso si no tienes impedimentos. - terminé amablemente.

[OFF: Gomen por la tardanza...Lo siento]

Miré a la chica bastante emocionada, así que era mejor no perder tiempo. Entre más gente capacitada mejor. Pagué al mesero y le dije con muchos ánimos.

- Entonces, vayamos a los cuarteles en el bosque. Y una vez allá me voy a tomar un jarrón de agua, ¡¡¡tengo una sed!!! - Dije levantándome de la mesa.

[OFF: Disculpas de nuevo, eto...¿Vamos al bosque?]

-

La seguí a paso rápido, y empezaba a hacer algo de frío.

- Bien, perfecto....Aún tengo una sed del demonio - dije mientras caminábamos sobre las ramas que hacían ruido con cada pisada. - Espero no vaya a llover -

[OFF: Gomen si contesto tarde. Abre tú el tema en el bosque ^^]